Skip to content

He podido constatar, casi siempre, que cuando se trata de poesía creada por mujeres es imposible perder la capacidad de asombro. El texto llega de súbito, incluso por azar. Se lee y entonces algo sucede; como si se tratara de magia, la chispa se prende, la curiosidad crece; algo dentro de nosotros se remueve. Se abren otras vías y nace también la exigencia de comenzar a explorarlas, y sin saber qué tan largas o cortas, o si serán dichosas o trágicas, ya nos aventamos así, sin pensarlo, hacia el deleite que nos depara su trayecto.

De tal manera intentaría yo corroborar mi razonamiento, empezando por la lectura de un poema de Guadalupe “Pita” Amor (1918-2000). La experiencia, como se verá, superaría las expectativas. El primer contacto con su obra lo tuve por recomendación académica; se trata del poema “Yo soy mi casa”, incluido en el primer libro (del mismo nombre) publicado en 1946 bajo el sello Alcancía, editado por Edmundo O ‘Gorman y Justino Fernández, y que apenas lograría contar con un tiraje de “ciento cincuenta ejemplares” (Espejo 18)

Pequeño libro este que suscitaría gran “revuelo, asombro y admiración […] y [que] causó tanta agitación dentro de la comunidad intelectual mexicana” (Schuessler 106) y que más tarde, al respecto el maestro Alfonso Reyes se pronunciaría sentenciando: “¡Silencio! Y nada de comparaciones odiosas. Aquí se trata de un caso mitológico.” (106) En efecto, con esa primera entrega lírica iniciaría el mito de la “Undécima musa”, bautizada así la autora por Salvador Novo.

Además del maestro Reyes, otras personalidades del ámbito cultural y literario de la época como Margarita Michelena, José Revueltas, Juan José Arreola, y el mismo Novo, entre otros, habrían de publicar comentarios de asombro y elogio no solamente de la personalidad altiva y extravagante de la poeta o de su enorme belleza, sino también de su magnífica y creciente obra lírica. Por su parte, Diego Rivera, Juan Soriano, Gustavo Montoya, y Antonio Peláez, entre otros pintores afamados, inmortalizarían a la musa también a través de sus retratos.

 

Yazbek, Tufek. La undésima musa. Imagen digital. La Jornada. Elena Poniatowska, 19 de enero de 2020. https://www.jornada.com.mx/2020/01/19/opinion/a03a1cul. 22 de octubre de 2020.

 

En rápida búsqueda por internet hallé algunos textos que en su mayoría no hablaban muy bien de la escritora; desnudos en público, desplantes, groserías, gallardías, arrogancias, vanidad y soberbia, peculiares manías, episodios vergonzosos. Señales inequívocas, incluso decían, de algún tipo de perturbación emocional o de trastorno mental que la controversial Pita padecía.

Esto se puede confirmar, en efecto, como ella misma lo haría a lo largo de su vida, en menor o mayor medida, consignándolo así dentro de sus propios versos: “Soy vanidosa, déspota, blasfema; / soberbia, altiva, ingrata, desdeñosa; […] Soy ególatra, fría, tumultuosa. […] Soy perversa, malvada, vengativa. […] Soy histérica, loca, desquiciada; / pero a la eternidad ya sentenciada.” (Letanía de mis defectos 9)

Entre claroscuros Guadalupe Amor vivió una gran época de éxitos y fama. Sin embargo, como suele suceder con estos grandes y complejos personajes también padecería ella la tragedia; se escribió de la desafortunada y lamentable muerte de su hijo, de su inmediato auto encierro y consecuente desaparición de la vida pública por más de una década, de su posterior intento de regreso a la palestra, y para rematar, con puntuales crónicas, también se comentó mucho de su largo y pesaroso trajinar por entre las calles y hoteles de la ciudad de México, ya rumbó hacia los últimos años de su vida.

 

Foto: https://www.zendalibros.com/5-poemas-de-pita-amor/

 

Muy pocos poemas de ella encontré en internet, sí algunos ensayos, una tesis[1] universitaria, y la referencia de una muy completa biografía,[2] misma que con prontitud adquirí y consulté. Entonces regresé a mi texto, “Yo soy mi casa”, leí de nuevo el poema, lo releí; dos, tres, muchas veces, sólo para intentar entender cómo esos pocos versos de su inicio habían logrado conmoverme:

 

Casa redonda tenía

de redonda soledad:

el aire que la invadía

era redonda armonía

de irrespirable ansiedad.

Las mañanas eran noches,

las noches desvanecidas,

las penas muy bien logradas,

las dichas muy mal vividas.

(Yo soy mi casa 105-107)

 

Con esta estrofa, que de alguna manera remite a otras épocas en la historia de la poesía, con estos octosílabos versos iniciáticos, con este lenguaje franco brotado ya de la conciencia profunda, de la angustiante y obsesiva genialidad, plasmado apenas “en servilleta de papel”, (Schuessler 285) principiaría la consagración de la leyenda de Pita; la carrera de supervivencia de la musa entre ambos planos de su esférica existencia; la inmanente disputa interna contra sí misma, y su perenne combate de frente hacia el orden impuesto fuera de su ser.

Así completa y concluye su idea, Pita, con esta tercera estrofa de la primera parte de su poema:

 

Y de ese ambiente redondo,

redondo por negativo,

mi corazón salió herido

y mi conciencia turbada.

Un recuerdo mantenido:

redonda, redonda nada.

(Yo soy mi casa 107)

 

Vaya, que, estando ahí encerrada dentro de aquella su plena redondez, Pita Amor también descifra, desgaja y confiesa aquello de lo que todos padecemos y en algún momento nos ha desconcertado; la imposibilidad de abstraernos o escaparnos de nosotros mismos, la inexplicable dicotomía de la esencia, la inefable sensación ante el vacío, la insoportable dualidad del existir, y en ocasiones, la complejidad y el dolor que supone resistir todo este lento transcurrir.

¿Acaso tan breve poema bastaría para exaltarle los ánimos a quien lo lea? Escritura legible, rima precisa, rigurosa métrica, palabra llana, imagen clara, dudas y símbolos. ¿Serán suficientes elementos para lograr sacudirnos un poco la conciencia y provocar así el placer, la tristeza, la alegría o cualquier otra emoción? Al parecer este caso sería el de nuestra muy querida y singular Pita.

 

http://www.siempre.mx/2018/12/pita-amor-un-tesoro-de-la-poesia-mexicana/

 

La producción literaria de Guadalupe Amor, dada en vida entre 1946 y 1990, consistió en 28 libros y 7 antologías de poesía; dos libros de narrativa, el homónimo Yo soy mi casa (1957) de corte autobiográfico y aparente estructura novelada, y Galería de títeres (1959) colección de cuentos. Además, publicó variedad de textos en periódicos y revistas especializadas nacionales y extranjeras, incursionó como actriz y conductora en el medio cinematográfico, radiofónico y televisivo de la época. De todos sus libros de poesía, lamentable e inexplicablemente, sólo tres se han vuelto a publicar: Polvo y Otro libro de amor, dos veces; y Decimas a dios, en tres ocasiones. (Schuessler 339)

Por todo lo anterior y a manera de conclusión, resulta pertinente realizarnos algunas preguntas razonables y muy puntuales respecto de la obra de nuestra querida autora; ¿Por qué contando con tan amplia obra publicada sólo hay un par de libros suyos en circulación? ¿cuáles serán los motivos por los que no se han realizado nuevas ediciones? ¿Por qué se escribe tan poco de ella, y cuando se hace se enfatiza más sobre su vida privada que de su obra? ¿Por qué es tan poco conocida y mencionada de entre tantas otras talentosas escritoras mexicanas? ¿Por qué no existe más material ensayístico, crítico y académico sobre la totalidad de su obra?

 

http://www.rogeliocuellar.mx/archivo/fotografia/5097/mx-rcu-esc-amgu-a-00001

 

Pues bien, más allá de las posibles respuestas, entre todos podríamos, lectores, alumnos y maestros, hacer un esfuerzo para continuar hablando y difundiendo la obra de doña Guadalupe Amor. Por eso hay que aplaudir y celebrar todo acto de promoción y recomendación de lectura crítica que provenga desde cualquier ámbito, particularmente del académico, y así, estar en posibilidades de replicar la operación respecto de otras tantas mujeres escritoras extraordinariamente talentosas, pero desconocidas, y cuyas magníficas y fascinantes obras han permanecido al margen del canon literario, impuesto acaso desde los más altos y oscuros círculos literarios de pasadas épocas en las que predominaba aquel evidente y rancio pensamiento machista, clasista y mayormente discriminatorio en contra de la mujer, y del que, afortunadamente, en tiempos actuales, al empezar a diluirse, nos queremos ver liberados.

 

***

 

Nota: Las siguientes portadas corresponden a tres libros de Guadalupe Amor que actualmente se pueden conseguir en librerías físicas o en línea, el primero es un ejemplar que contiene una serie de bellas narraciones en prosa que dan cuenta de diferentes pasajes de la vida de la autora, lleva el mismo nombre se su primer libro de poesía, una edición hermosa de pasta dura con la ilustración de portada de Diego Rivera. El segundo es una interesante biografía de la autora, escrita por Michal K. Schuessler, contiene variedad de fotografías e ilustraciones de la propia autora. Y el tercero incluye una hermosa colección de poemas en los que la autora escribe acerca de su relación con Dios, y todo lo que esto representó para ella.

 

 

Si quieres conocer y leer algunos poemas de la gran Guadalupe Amor, puedes descargar un libro gratuito editado por la UNAM, dando clic en la siguiente imagen:

 

Bibliografía

Amor, Guadalupe. Décimas a Dios. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2018. Impreso.

Amor, Guadalupe. «Letanía de mis defectos.» Schuessler, Michael K. Pita Amor; La undécima musa . Ciudad de México: Penguin Random House , 2018. 8. Impreso.

—. Yo soy mi casa. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2018. Impreso.

Amor, Guadalupe. «Yo soy mi casa.» Schuessler, Michael K. Pita Amor; La undécima musa. Ciudad de México: Penguin Random House, 2018. 105-106. Impreso.

Espejo, Beatriz. «Pita Amor atrapada en su casa.» Revista de la Universidad de México (2007): 12-25. Electrónico. <http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/4107/pdfs/12-25.pdf>.

Hernández Ayala, Alejandra. «La cuestión del ser en tres libros de Guadalupe Amor». Tesis de maestría. UNAM. Ciudad de México, 2006. Electrónico.

Schuessler, Michael K. Pita Amor; La undécima musa. Ciudad de México: Penguin Random House Grupo Editorial, 2018. Impreso.

[1] Hernández Ayala, Alejandra. «La cuestión del ser en tres libros de Guadalupe Amor». Tesis de maestría. UNAM. Ciudad de México, 2006. Electrónico.

[2] Schuessler, Michael K. Pita Amor; La undécima musa. Ciudad de México: Penguin Random House Grupo Editorial, 2018. Impreso.

1.898 Vista(s)

Esta entrada tiene 0 comentarios

Deja una respuesta

Volver arriba